Peregrinando al III CONGRESO REINA DE LA PAZ CHILE Día 10


 


Peregrinando al 

III CONGRESO 

REINA DE LA PAZ 

CHILE


Día 10




¡Oh Santo Espíritu! dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.




Mensaje, 25 de junio de 2005


“Queridos hijos! Hoy les agradezco por cada sacrificio que han ofrecido por mis intenciones. Hijitos, los invito a ser mis apóstoles de paz y de amor en vuestras familias y en el mundo. Oren para que el Espíritu Santo los ilumine y los guíe por el camino de la santidad. Yo estoy con ustedes y los bendigo a todos con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”






 El anuncio del Evangelio ha de unir siempre el amor de la verdad a las virtudes evangélicas de mansedumbre y humildad. La palabra ha de estar acompañada con el testimonio de vida, o más bien es éste el que debe tener el primer puesto; hay que obrar siempre manteniendo «una buena conciencia, para que aquello mismo que os echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen vuestra buena conducta en Cristo» (ib 16). No debe nunca la conducta contradecir con las obras lo que se anuncia con las palabras. Es preciso superar la mentalidad individualista que considera la fe, la salvación y la santidad como hechos puramente personales y que piensa está en regla con procurar esas cosas para sí... 



¡Qué ideal! Dar al mundo un testimonio de ti, ¡oh Cristo! Con todo si fuese santo, lo lograría. ¡Qué pena no ser santo! ¡Saber amar en la plenitud de Dios!, ¡saber hacer sentir en cada palabra la caridad!; hacer que en cada gesto exterior vibre un acto de amor de Dios tan poderoso, tan profundo, tan absoluto, que obtenga para cada uno la gracia. ¡Es la santidad!  (G. CANOVAI, Suspice Domine).




Oremos con Padre Slavko Barbaric: 


 "Dios, Padre nuestro, Te damos gracias porque eres nuestro Padre, porque nos llamas a Ti y porque anhelas estar con nosotros. Gracias, porque en la oración, siempre es posible encontrarnos Contigo. Líbranos de todo lo que sofoca en nuestro corazón el anhelo de estar Contigo. Líbranos de nuestro orgullo y egoísmo, de nuestra superficialidad y despierta en nosotros el profundo anhelo de encontrarnos Contigo. Perdónanos, porque muchas veces nos distanciamos de Ti y luego Te culpamos por nuestro sufrimiento y soledad. Te damos gracias porque quieres que, en Tu nombre, oremos por nuestras familias, por la Iglesia y por el mundo entero. Por favor, danos la gracia de abrirnos al llamado de la oración. Bendice a todos los que oran y que, en la oración, puedan encontrarse Contigo y a través de Ti, encuentren el sentido de la vida. Concede también a todos los que oran el gozo que sólo puede venir de la oración. Te rogamos también por todos los que han cerrado sus corazones a Ti, que se han distanciado de Ti porque en estos momentos les va bien. Pero también Te pedimos por todos aquellos que, a causa de su sufrimiento, Te han cerrado sus corazones. Abre nuestros corazones con Tu amor, a fin de que por medio de Tu Hijo Jesucristo seamos testigos de Tu amor en este mundo. Amén." (Fray Slavko , Medjugorje, Julio 28 de 1997)




Nos vemos en el Congreso...














Comentarios